Se convoca Asamblea General Extraordinaria de la Asociación Plataforma por la Biprovincialidad de la Región de Murcia, para el día 7 de Octubre de 2008 a las 20:00 horas en primera convocatoria, y 20:30 en segunda.
Fdo. Angel Tarifa (Secretario)
La finalidad de este espacio es la "RECOPILACIÓN" de todo tipo de informaciones de apoyo de los medios y de diferentes personalidades para la consecución de la PROVINCIA DE CARTAGENA
¿Cambiaría el nombre de la Comunidad? En absoluto. No pretendemos para nada que tienda a desunir, es todo para el bien de todos los murcianos.
¿La reivindicación provincialista de Cartagena cabe en su proyecto? Es una reivindicación que ha pasado de padres a hijos, pero nosotros lo hacemos desde la unidad. Aunque tiende a cumplir esa reivindicación, también sería beneficioso que Lorca o el Altiplano formaran la segunda provincia.
¿Los alcaldes de la comarca apoyan la medida? Todos los alcaldes a los que les hemos explicado el proyecto han puesto al principio caras de extrañeza, que luego se convierten en frases de apoyo. La idea es convencer a los dos grandes partidos.
La alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro (PP), no ha tocado el tema de la provincialidad en las últimas campañas electorales... Pensamos que nuestra alcaldesa, en el momento adecuado, nos apoyará y se pondrá a la cabeza de nuestros razonamientos. El momento adecuado es éste.
¿Cuál es el principal enemigo de la biprovincialidad? La comodidad de los políticos de ahora.
Nunca antes había sonado tan clara la demanda de que se cree la provincia de Cartagena en la Asamblea Regional. Empresarios -la confederación COEC y la Cámara de Comercio-, abogados -el Colegio de Abogados de Cartagena- y parte de la sociedad civil -representada por el colectivo Cartagena Futuro- plantearon ante la comisión parlamentaria que estudia la reforma del Estatuto de Autonomía las razones que justifican una demanda histórica, pero que va más allá ya que se acompaña, también, de razones políticas, económicas y sociales. Los tres grupos políticos con representación en la Asamblea Regional anunciaron que toman nota de las aportaciones realizadas por los diversos colectivos.
Abrió fuego el representante de Cartagena Futuro, el jurídico militar Rafael Ruiz Manteca, quien aseguró que la creación de la provincia de Cartagena tiene viabilidad jurídica porque cabe en la Constitución -en ninguno de sus artículos se prohíbe la posibilidad de crear nuevas provincias-, así como política y socioeconómica.
Ruiz Manteca indicó que la creación de una segunda provincia -en ningún caso eliminó la posibilidad de que sean más- supondría una mayor representación tanto en el Congreso como en el Senado -se pasaría de 9 a 11 diputados y de 4 a 8 senadores-, lo que significa un mayor peso político.
El representante de Cartagena Futuro indicó que, a su juicio, hay dos razones que justifican la rivalidad entre Murcia y Cartagena: por un lado, la distancia entre ambas poblaciones; por otro, la capitalidad de Murcia, aunque también insistió en que «nadie la cuestiona y debe seguir siéndolo, ya que la creación de la provincia no altera sustancialmente la realidad actual».
Por orden cronológico, tras Ruiz Manteca intervino el secretario del Colegio de Abogados de Cartagena -su decano, Luis Ruipérez, no pudo acudir al estar en Madrid-, José Miguel Roda Alcantud, quien aseguró que, desde el punto de vista de los abogados, habría muchas ventajas y ningún inconveniente.
Más juzgados
Roda Alcantud, que recordó que el acuerdo de apoyar la creación de la provincia de Cartagena se adoptó en una reunión de la junta de gobierno de mayo de este año, indicó que esto supondría la creación de nuevas instancias judiciales, como el Juzgado de lo Mercantil, un Juzgado de Menores o, incluso, uno de Violencia Doméstica que, si Cartagena no es capital de provincia, es casi imposible tener.
El único sentimiento autonomista fuerte, aunque intensamente localista, se encuentra en Cartagena y ha surgido, primordialmente, para defenderse del centralismo de, Murcia-capital. El problema fundamental de la región murciana es la secular falta de entendimiento y recelo entre murcianos y cartageneros. Podría decirse que algo similar ocurre en otras provincias en las que existe bipolaridad urbana, Oviedo-Gijón, Pontevedra-Vigo. No es cierto. En esos casos se lucha por la capitalidad, pero se respeta la integridad provincial. Cartagena, al menos un porcentaje muy importante de sus habitantes, es secesionista y no disputa la capitilidad de la provincia de Murcia, sino la de la provincia que se constituiría con los municipios de la zona. Obviamente, en tanto Murcia fuese exclusivamente provincia, la aspiración cartagenera tenía que provocar una reacción negativa, puesto que la partenogénesis se haría en detrimento suyo, empequeñeciéndola. Ahora, sin embargo, se dan las condiciones propicias para la superación definitiva del problema al perder la provincia, en beneficio de la región, su carácter de división territorial básica.
Cartagena, en un estado regionalizado, aunque lograse su aspiración de convertirse en provincia, necesariamente, por exclusión lógica de cualquier otra alternativa, tendría que integrarse «voluntariamente» en la región murciana, sentirse parte no discriminada de ella y colaborar activamente en su destino. Murcia debiera ser consciente de la oportunidad histórica que se le brinda y actuar con generosidad en el reconocimiento de la personalidad de Cartagena.El futuro de la región pasa por el entendimiento de murcianos y cartageneros, previo a la creación y desarrollo de un sentimiento comunitario homogéneo, que cale en el pueblo y permita la formación del partido regional numeroso y fuerte, capaz de alcanzar representación parlamentaria, que se precisa en el proceso preautonómico primero, y en la defensa constante de los intereses regionales, después.
También se apuntó que ahora es el momento de reivindicar esta reivindicación histórica a través del nuevo estatuto de la Región de Murcia
Entre otros asistieron como ponentes por orden alfabético:
Rápidamente representantes de la Plataforma que promueve la Biprovincialidad entraron en contacto con UPyD para manifestarnos su desacuerdo y malestar con nuestra postura. Puedo afirmar que, en realidad, al adentrarse un poco la conversación en los interiores del argumentario provincialista, aparecen muy pronto, de nuevo, los argumentos historicistas y territoriales. Ante la sugerencia por nuestra parte de que esto mismo lo podrían plantear, por razones de índole administrativo (esgrimidas ahora como eje principal por los biprovincia) Gijón con respecto a Oviedo, o Vigo con respecto a Pontevedra, y así hasta no se sabe dónde, la respuesta fue : “Pero amigo, ellos no tienen detrás de sí tres mil años de historia” Ahí queda eso.
El secretario general del PSRM-PSOE, Pedro Saura, afirmó ayer que quiere subrayar "en negrita" el nombre de Cartagena "en el encaje del mapa regional", después de la primera reunión que el representante socialista ha mantenido con la Plataforma por la Biprovincialidad.
Saura explicó al término de este encuentro que la reunión había sido muy positiva, aunque no se pronunció ni lo hará sobre la cuestión de Cartagena provincia. "Este es un tema que tendremos que debatir de común acuerdo con el Partido Popular y de cara a la reforma del Estatuto de Autonomía de la Región", afirmó el secretario de los socialistas. El debate no está previsto hasta finales de año, aunque Saura destacó que "hay que acelerar el trámite, hacerlo cuanto antes, ya".
La Plataforma por la Biprovincialidad estuvo representada ayer en esta reunión por el presidente de la Cámara de Comercio, Mariano Rosique, el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Leandro Sánchez, el arqueólogo Iván Negueruela. También asistió la diputada socialista, Teresa Rosique.
En el encuentro se le entregó a Pedro Saura el documento en el que se exponen las razones por las que se pide que Cartagena sea provincia. En este sentido, Saura reconoció que "no ha habido descentralización y hay que exigir más calidad de vida".
Los socialistas han abierto de esta forma la puerta a nuevos encuentros con la Plataforma por la Biprovincialidad, que se presentó oficialmente el pasado mes de mayo en la Universidad Politécnica.
Porque vamos a ver. Si de lo que se trata es de marcar paquete, diré que yo, por ejemplo, soy de Cartagena: una ciudad que tiene tres mil años de historia y que podría abastecer de solera a media Europa. Fue capital de la España cartaginesa, y capital de cada una de las cinco provincias romanas de Hispania. Mis antepasados eran griegos, fenicios y cartagineses; y cuando de jovencito me zambullía en el mar, sacaba ánforas que llevaban veinte siglos allá abajo, enfrente de mi casa. En cuanto a raza también soy distinto, porque mi RH positivo es mediterráneo, antiguo y sabio. Y puestos a eso, me siento más a gusto en un cafetín moruno de Tánger o bebiéndome un vaso de vino con aceitunas bajo una parra griega, que en la Gran Vía de Madrid, El Sardinero, Las Ramblas o la plaza mayor de Trujillo.
En cuanto a peripecias históricas, pues bueno. Mientras los comerciantes, los campesinos y la gente de la iglesia y de la paz se iban al interior - a
Murcia- para esquivar las incursiones de los piratas berberiscos, mis architatarabuelos se quedaron en la costa a pelear. Y cuando la primera república, el Cantón de Cartagena se autodeterminó por las bravas, acuñó su propia moneda, poseyó su escuadra, y al aparecer las tropas centralistas no se desbandó como una manda de conejos, sino que resistió seis meses a cañonazo limpio. Y en lo que se refiere a lengua propia, cierto es que no hay una nacional cartagenera; pero los críos, antes de tener uso de razón, saben leer en las piedras inscripciones en latín.Y mucho podríamos discutir sobre si decir: "deme sinco sentímetros de sinta de senefa asul" o blasfemar con la barroca riqueza léxica del habla cartagenera no es un hecho diferencial lingüístico de cojones..
En cuanto a agravios, para qué les voy a contar. Hoy, Cartagena es una ciudad industrialmente desmantelada, deshecha por el paro, con menos
alternativas que un bocadillo de mortadela en Ruanda. A los cartageneros no es que los hayan puteado histórica y sistemáticamente el gobierno central, las monarquías austriaca y borbónica, la dictadura franquista o los cien años de acrisolada honradez. A los cartageneros nos han hecho la puñeta la administración fenicia, la griega, la de Roma, la bizantina, los suevos, los vándalos, los alanos, los visigodos, el califato de Bagdad, el de Córdoba, el Cid Campeador, los reyes de Castilla, los de Aragón, Napoleón Bonaparte, el general Martínez Campos, la primera y la segunda repúblicas, y todo el que pasó por allí. Mis antepasados pagaron impuestos, palmaron en la Invencible, Trafalgar, Santiago de Cuba, Filipinas, Annual. Y a cambio, como el resto de los españoles, recibieron hostias hasta en el cielo de la boca. Cierto es que fueron cómplices y actores en empresas imperiales de la España centralista castellana. Pero cuando vas y abres los libros de historia, compruebas que en cualquier batalla de Flandes, en cualquier episodio colonial de América, en cualquier aventura española en Nápoles, Sicilia, norte de África o Constantinopla, los apellidos de los capitanes, soldados, marinos, comerciantes y frailes eran también, y no pocos, vascos, catalanes, gallegos, navarros, mallorquines y etcétera. En esta galera hemos remado todos, y a todos nos han dado infinitas veces por detrás y por delante. Aquí no hay víctimas de primera y de segunda clase, y sólo a los muy canallas o a los muy imbéciles se les ocurre trazar líneas divisorias con tan irresponsable arrogancia. ¿Diferentes? Claro que sí. No sólo van a serlo tres o cuatro chantajistas bocazas. Aquí todos tenemos motivos para
piarlas, y cuando llueve se moja todo cristo. Así que, para diferencia, la mía y la de la madre que me parió. A ver qué se ha creído esa panda de
gilipollas.